La crisis de salud de COVID-19 ha situado a los hospitales en la primera línea, como nunca antes, en términos de exposición a los riesgos cibernéticos. Una combinación de campañas de phishing, troyanos y ransomware han generado una amenaza cibernética en permanente cambio. Pero, ¿Qué hay detrás de la debilidad digital del sector hospitalario?
El inicio de la pandemia ya hace un par de años marcaron el inicio de los ataques maliciosos contra hospitales y clínicas y estos aumentaron en un 475%, una cifra cinco veces superior a lo normal. Tanto es así, que autoridades expresaron públicamente su preocupación por la gran cantidad de ataques contra estas dos entidades, mientras que el propio gobierno y responsables de organizaciones internacionales, empresarios y abogados como Brad Smith solicitaban realizar acciones tangibles por parte de los gobiernos frente a las amenazas cibernéticas que se estaban y se están viviendo actualmente.
Ciberseguridad en hospitales
La crisis por la pandemia o con sus siglas formales COVID-19 solo ha dejado expuesto que los entornos hospitalarios son sumamente sensibles a los ciberataques. Pero ¿Es esta situación producto de lo que esta sucediendo actualmente, o solo se deja una ventana abierta de las debilidades digitales y los problemas que afectan al sector publico y privado durante años que antes no se visibilizaba?
COVID-19 y HOSPITALES: FALTA DE CIBER-MADUREZ
Desde hace muchos años que hospitales y clínicas han sido un foco para el cibercrimen quiénes, en su búsqueda frenética de beneficios económicos, han dirigido a estas organizaciones dos tipos de ataques que son: número 1, extracción de datos de salud y número 2 de de ransomware.
Los datos médicos de los usuarios que ingresan o van a estos centros de salud son un valor estratégico sensible para el funcionamiento continuo de los servicios hospitalarios, pero más allá que la información personal ordinaria. Precisamente, por la necesidad de proteger este activo sensible y por su obligación de garantizar una atención ininterrumpida, el cibercrimen sabe que de producirse un ataque de ransomware los hospitales tienen altas probabilidades de pagar.